Ante la emergencia climática, la movilización de las finanzas es crucial para financiar la transición ecológica. Las finanzas verdes consisten en dirigir los flujos financieros hacia actividades ambiental y socialmente sostenibles. Permite descarbonizar la economía invirtiendo masivamente en energías renovables, renovación térmica, transporte limpio y todos los sectores clave de la transición.
Sin embargo, la participación de las finanzas verdes sigue siendo marginal a nivel mundial. Su el desarrollo acelerado es esencial pour espérer atteindre la neutralité carbone et respecter l’Accord de Paris. Colossale, la tâche nécessite une prise de conscience et une mobilisation de tous les acteurs financiers.
En este artículo, descubra todo lo que necesita saber sobre las finanzas verdes, sus cuestiones cruciales y las palancas para desarrollarlas a gran escala. Pero antes de comenzar, aquí está cómo convertirse en un emprendedor exitoso.
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finanzas verdes, también llamadas finanzas sostenibles o finanzas responsables, consiste en orientar los flujos financieros hacia proyectos y empresas que contribuyan positivamente a la transición ecológica y energética.
Concretamente, las finanzas verdes buscan:
Para ello, las finanzas verdes utilizan diferentes palancas: inversiones sostenibles, bonos verdes, préstamos verdes subsidiados, seguros climáticos, informes extrafinancieros, etc. Sus actores son múltiples: inversores, bancos, aseguradoras, Estados, etc. consejero financiero Te lo diré mejor.
Las finanzas verdes son esenciales para responder a la emergencia ecológica y climática. Según el IPCC, el calentamiento global debe limitarse a +1,5°C para 2100 para evitar consecuencias dramáticas.🌡️
Para lograr esto, es imperativo reducir drásticamente y rápidamente Emisiones de CO2 en todos los sectores. Esto requiere una transformación profunda de nuestros modos de producción y consumo.
Sin embargo, esta transición requiere inversiones masivas, del orden de varios billones de euros. Las finanzas verdes permiten movilizar este capital para financiar la descarbonización de la economía. 🌱
Sin esta reorientación de los flujos financieros, será casi imposible cumplir los objetivos climáticos establecidos por el Acuerdo de París. Por lo tanto, las finanzas tienen un papel central que desempeñar en acelerar la transición ecológica. Contiene algunas de las claves para un futuro sostenible.
Muchos actores financieros están involucrados en el desarrollo de las finanzas verdes:
Los bancos, a través de préstamos verdes a empresas y particulares para proyectos sostenibles. gestores de activos y fondoss sociedades de inversión, que destinan parte de sus carteras a empresas responsables o proyectos verdes.
Inversores institucionales como los fondos de pensiones o las aseguradoras, que apuestan cada vez más por estrategias de inversión ESG.
Las agencias de calificación no financieros, que evalúan el desempeño ESG de las empresas. Los Estados, que adopten regulaciones para alentar a los actores financieros a integrar el riesgo climático en sus decisiones.
Reguladores financieros, que definen estándares de transparencia y obligaciones en materia de finanzas sostenibles. bancos centraless, que pueden refinanciar préstamos verdes o excluir ciertos activos contaminantes de sus programas.
contratistas, startups y pymes que ofrecen innovaciones y soluciones sostenibles para ser financiadas. ELs ONG y asociaciones, que crean conciencia y fomentan prácticas virtuosas. La transición requiere una movilización coordinada de todos estos actores.
Las finanzas verdes o finanzas sostenibles tienen como objetivo dirigir inversiones y actividades financieras hacia proyectos y negocios que respeten el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Estas son las principales áreas a las que se dirigen las finanzas verdes:
El campo de las energías renovables está en el centro de las finanzas verdes. Su objetivo es financiar el despliegue masivo de fuentes de energía limpias para sustituir los combustibles fósiles que emiten carbono. gases de efecto invernadero.
Un aspecto importante es la financiación de grandes parques eólicos terrestres y marinos, así como de grandes plantas de energía solar fotovoltaica o de concentración. Estos proyectos a gran escala requieren enormes inversiones que las finanzas sostenibles buscan movilizar de instituciones públicas, fondos verdes o inversores privados.
Pero las inversiones también se refieren a instalaciones más pequeñas: parques eólicos ciudadanos, plantas de energía solar en tejados, pequeñas unidades de metanización agrícola, centrales eléctricas microhidráulicas, etc. El objetivo es promover una combinación energética verde y descentralizada.
La financiación también cubre tecnologías emergentes como la energía geotérmica para electricidad y calefacción, o biocombustibles de nueva generación a partir de biomasa. Otro ámbito clave es el despliegue de sistemas intermitentes de almacenamiento de electricidad verde (baterías, estaciones de transferencia de energía de aire comprimido, producción y almacenamiento de hidrógeno, etc.).
Además del desarrollo de energía limpia, las finanzas verdes se centran en formas de reducir nuestro consumo total de energía a a través de la eficiencia energética.
En la industria pesada (acero, cemento, productos químicos, fabricación de papel, etc.), se necesitan importantes inversiones para modernizar los procesos de producción y hacerlos menos intensivos en energía. Esto puede implicar equipos nuevos y más eficientes, sistemas de recuperación de calor o incluso la electrificación de procesos.
El sector de la construcción residencial y terciaria también es un objetivo importante con la financiación de programas de renovación energética a gran escala. Esto implica un aislamiento térmico reforzado, la sustitución de sistemas de calefacción y aire acondicionado obsoletos, la instalación de equipos energéticamente eficientes (LED, electrodomésticos clase A+++, etc..) y el despliegue de soluciones inteligentes de gestión energética (smart grids).
La movilidad es otra área clave, con inversiones para desarrollar vehículos eléctricos e híbridos enchufables, modernizar el transporte público, optimizar la logística del transporte para reducir las emisiones y promover la movilidad blanda. También se está trabajando en el ecodiseño de los vehículos para hacerlos cada vez más ligeros y aerodinámicos.
Por último, las inversiones tienen como objetivo aumentar la eficiencia energética en muchos otros sectores económicos mediante la financiación de auditorías, formación, investigación y desarrollo, certificaciones, etc.
Más allá de la transición energética, las finanzas verdes tienen como objetivo preservar los recursos naturales y al mismo tiempo satisfacer las necesidades de las poblaciones y la economía.
En el sector agrícola, los fondos se dirigen al desarrollo de prácticas más sostenibles. Esto puede implicar financiar la conversión a la agricultura orgánica, la agrosilvicultura, la agroecología, los cultivos de permacultura o incluso la reducción de insumos químicos. Otro eje es la preservación de los bosques existentes y la reforestación a través de programas de silvicultura y tala responsables y sostenibles.
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Parte de la financiación se dedica a la protección y restauración de los ecosistemas naturales, los humedales y la biodiversidad para mantener los principales equilibrios ecológicos del planeta. Las finanzas sostenibles también apoyan iniciativas de gestión integrada y racional de los recursos de agua dulce y las zonas costeras.
Pero el meollo del desafío reside en el desarrollo de un modelo económico circular destinado a reducir, reutilizar, reparar y reciclar. recursos y desperdicios. Debemos financiar masivamente la modernización de las infraestructuras de gestión de residuos, el despliegue de los sectores de recuperación, reciclaje y economía circular en todos los sectores de actividad.
El transporte es uno de los principales sectores emisores de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, la transición hacia una movilidad más limpia y con bajas emisiones de carbono es una prioridad absoluta para las finanzas verdes.
Una parte sustancial de las inversiones se dirige al despliegue a gran escala de vehículos eléctricos y a la construcción de infraestructuras de carga asociadas (terminales, redes inteligentes). Además de los coches y furgonetas eléctricos, la financiación también cubre autobuses y vehículos pesados que funcionan con electricidad o utilizan otros motores limpios (hidrógeno, etc.).
El desarrollo del transporte público también es objeto de inversiones masivas para ofrecer a los ciudadanos alternativas al uso del coche privado: nuevas líneas de metro, tranvías, autobuses limpios, trenes regionales, etc. En las zonas rurales, es necesario financiar soluciones de movilidad blandas e innovadoras.
En el ámbito del transporte de mercancías, la optimización de la logística y el cambio modal hacia medios de transporte más eficientes energéticamente (ferroviario, marítimo, fluvial) permitirán reducir el impacto de carbono del sector. Las finanzas verdes también impulsan la modernización de las flotas y la adopción de tecnologías de combustible más ecológicas (GNL, biocombustibles sostenibles, hidrógeno, etc.).
Por último, la movilidad”fresco” resiliente y descarbonizado no se queda atrás con inversiones en infraestructuras para bicicletas, zonas peatonales, servicios de uso compartido de automóviles y vehículos compartidos, etc.
Las finanzas verdes también intervienen en la financiación de infraestructuras más ecológicas para preparar ciudades y territorios para los desafíos del desarrollo sostenible.
Un foco importante es la construcción y renovación de edificios certificados de “alto desempeño ambiental” (LEED, BREEAM, HQE, etc.). Estos pueden incluir edificios que sean neutros en carbono mediante materiales de origen biológico, diseño bioclimático, bajo consumo de energía y producción de energía in situ.
Las redes urbanas de agua potable y saneamiento también son objeto de inversiones para hacerlas más eficientes, seguras y resilientes. Las finanzas verdes financian la construcción de instalaciones de tratamiento de agua más avanzadas, plantas de tratamiento de aguas residuales y plantas desaladoras respetuosas con el medio ambiente. También permite modernizar los sistemas de recogida de aguas residuales y de gestión de aguas pluviales.
La mejora de la gestión de los residuos municipales es otro aspecto importante con la financiación de infraestructuras dedicadas a la clasificación, el reciclaje, la revalorización y el tratamiento de los residuos finales. Las finanzas verdes también empujan a las ciudades a desarrollar espacios verdes, corredores verdes, agricultura urbana y renaturalización para promover la biodiversidad.
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La movilización de financiación al servicio del clima y la biodiversidad es vital para tener éxito en la transición ecológica. Las finanzas verdes tienen un potencial colosal para descarbonizar la economía si se desarrolla a gran escala. Entonces podría convertirse en un motor decisivo de cambio hacia un modelo sostenible.
Los desafíos son inmensos, pero también lo son las oportunidades. ¡Todavía hay tiempo para actuar! ⏱️ Las soluciones existen, siempre que las coloques finanzas verdes en el centro de las prioridades. Las empresas, los Estados y los ciudadanos disponen de muchas herramientas para acelerar este desarrollo esencial.
El futuro de nuestro planeta está en nuestras manos. La movilización debe ser total para enfrentar el inmenso desafío de la transición ecológica. Las finanzas verdes han fecha con la historia ! Pero antes de dejarlos, ¿qué es un cheque sin fondos, ¿qué es un vínculo del tesoro?
¿Qué son las finanzas verdes?
Las finanzas verdes implican la integración de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en las decisiones de inversión y las actividades del sector financiero. El objetivo es orientar los flujos financieros hacia actividades y proyectos ambiental y socialmente sostenibles.
¿Cuáles son las herramientas de las finanzas verdes?
Las principales herramientas son:
¿Quiénes son los actores de las finanzas verdes?
Todos los actores financieros están afectados: bancos, compañías de seguros, sociedades de gestión de activos, inversores institucionales. Las empresas también están emitiendo cada vez más bonos verdes para financiar su transición ecológica.
¿Cuáles son los beneficios de las finanzas verdes?
Para los inversores, se trata de gestionar el riesgo climático y mejorar la resiliencia de las carteras. Para las empresas financiadas, esto ayuda a acelerar su transición hacia una economía baja en carbono. A nivel macro, esto ayuda a limitar el calentamiento global al redirigir las inversiones.
¿Cuáles son los límites actuales?
Aún son necesarios esfuerzos para evitar el lavado verde y garantizar el impacto positivo real de los productos financieros etiquetados como “verdes”. La proporción de inversiones alineadas con el Acuerdo de París sigue siendo marginal.
¿Cómo fortalecer las finanzas verdes?
Mediante el desarrollo de etiquetas exigentes, la transparencia de las partes interesadas a través de informes ESG sólidos y regulaciones vinculantes para dirigir eficazmente el dinero hacia actividades sostenibles y con bajas emisiones de carbono.
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